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lunes, 25 de octubre de 2010

Literatura de los pueblos originarios: POPOL VUH

Por Leopoldo Mastronardi*

El Popol Vuh, también conocido como el libro de los consejos, es la obra literaria tradicional de los indios que habitaban la región de Quiché en Guatemala, de origen maya.

El tipo de discurso que allí se manifiesta es el mito, en este caso los temas tratados son el génesis del universo y del hombre, es una suerte de Biblia maya. Los creadores con el solo poder mágico de la palabra hacen y deshacen seres, animales, paisajes o dioses soberbios.

Síntesis argumental
Primera Parte
Comienza con la creación, haciendo referencia al inicio de los tiempos; los dioses crean un mundo propio, dándole vida a los súbditos. Lo primero que crearon fueron los animales y como estos al no pronunciar palabras de agradecimiento fueron castigados a ser masacrados por otros. Luego la creación, a ensayo y error, los hombres de barro, de madera y de maíz. El capítulo finaliza con consideraciones acerca de cómo evita las tentaciones y cómo hacer el bien.

Segunda Parte
Aquí se hace referencia al juego de pelota (forma de honrar a los dioses y de rendirles tributo), de criaturas malignas y poderosas y de cómo su avaricia se ajusticia.
Los personajes que aquí aparecen están marcados por los parentescos, si bien los hombres de carne no han sido creados aún, estos semidioses o descendientes actúan como tales y sus sentimientos son similares a los de los hombres, la pasión, la ira, la venganza y la justicia.

Tercera Parte
Se relata la aparición del hombre, como humanos, son llamados hombres de maíz, representan a los mayas, dignos hijos de los dioses a quienes se someten. La mujer tiene un papel preponderante, representa a la vida, son hombres de maíz pero con la noble facultad de la fertilidad. En esta especie está muy arraigada la adoración a los dioses, por cuanto crean esculturas, ídolos, sacrificios, ritos.

Cuarta Parte
Finalmente se habla de la descendencia de los hombres, las distintas tribus que se van formando, su supervivencia y sus costumbres; se enfoca en los primeros pasos de la cultura, grupos sociales, los primeros bosquejos de una futura civilización como la conocemos hoy en día.

Se narran las elecciones de jefes y gobernadores, el establecimiento de la cultura. Las guerras entre diferentes tribus, con diferentes idiosincrasias y las formas en que los Quichés-Mayas aprendían a cocinar sus alimentos, construir sus viviendas y templos ceremoniales; la génesis su cultura.
 
Recursos estilísticos
Algo sumamente interesante para estudiar es el poder mágico de la palabra, fundamentalmente en lo referente a la creación. Aquí es donde más se puede sospechar del lápiz español cristiano, que pudo haber adecuado los consejos quichés a la tradición bíblica.
      “Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues,          consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento”.
      “Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en verdad como se hizo la creación de la tierra:- ¡Tierra!, dijeron y al instante fue hecha”.
      La importancia de la palabra se hace presente también en la desdicha de los animales, quienes al no poder verbalizar loas y alabar a sus creadores son destinados a ser alimento de otros animales.

“No habrá gloria ni grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado", con esta frase podemos atestiguar que la creación suprema para los dioses es el hombre de carne y hueso; la creación se encamina y concluye en él.
“El hombre existirá para sustentarlos, alimentarlos, invocarlos, recordarlos, alabarlos y venerarlos”, con fortísima claridad el mito cuenta como el eje de la creación estuve puesto en el hombre, los reiterados intentos fallidos y la finalidad de la creación con el ser ya acabado.

El primer intento humano fue hecho de barro, pero este material sin solidez no resistía al contacto con el agua y se deshacía. “De tierra, de lodo hicieron la carne del hombre.

Pero vieron que no estaba bien, porque se deshacía, estaba blando, no tenía movimiento, no tenía fuerza, se caía, estaba aguado, no movía la cabeza, la cara se le iba para un lado, tenía velada la vista, no podía ver hacia atrás. Al principio hablaba, pero no tenía entendimiento. Rápidamente se humedeció dentro del agua y no se pudo sostener”. Al constatarse que no podía comunicar ni multiplicarse la creación fue anulada.

El segundo proyecto humano fue realizado de madera, su consistencia era más sólida en relación al anterior; se multiplicarán y poblarán la tierra. Pero estos seres también adolecían de méritos, eran como palos, no se podía animarlos. Así se narra su génesis “Y al instante fueron hechos los muñecos labrados de madera. Se parecían al hombre, hablaban como el hombre y poblaron la superficie de la tierra”. Y así su destrucción: “Enseguida fueron aniquilados, destruidos y deshechos los muñecos de palo, y recibieron la muerte. Una inundación fue producida por el Corazón del Cielo; un gran diluvio se formó, que cayó sobre las cabezas de los muñecos de palo”. El problema de estos seres era que carecían de entendimiento y de alma, y lo principal es que no recordaban a su Creador y a su Formador, en el texto aparece claro:”Ya no se acodaban del Corazón del Cielo y por eso cayeron en desgracia”. 

Como se mencionó anteriormente toda la creación se estructura en función de la final, que es la del hombre de carne y hueso: “Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termina la obra y que aparezcan los que nos han de sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados; que aparezca el hombre la humanidad, sobre la superficie de la tierra”. 

El hombre es creado de maíz: “Moliendo entonces las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, hizo Ixmucané nueve bebidas, y de este alimento provinieron la fuerza y la gordura y con él crearon los músculos y el vigor del hombre... De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres”. La perfección de estos seres es narrada a continuación: Hombres fueron; hablaron, conversaron, vieron y oyeron, anduvieron, agarraban las cosas; eran hombres buenos y hermosos y su figura era figura de varón. Fueron dotados de inteligencia; vieron y al punto se extendió su vista, alcanzaron a ver, alcanzaron a conocer todo lo que hay en el mundo. Cuando miraban, al instante veían a su alrededor y contemplaban en tomo a ellos la bóveda del cielo y la faz redonda de la tierra. Las cosas ocultas las veían todas sin tener primero que moverse; en seguida veían el mundo y asimismo desde el lugar donde estaban lo veían. Grande era su sabiduría...”

Dentro de los recursos literarios del Popol Vuh los que más utilizan son las repeticiones; siguiendo la tradición mitológica, los personajes relevantes son enunciados o presentados haciendo referencia a sus atributos y a sus cualidades: “De esta manera hablaba Vucub-Caquix. Pero en realidad Vucub-Caquix no era el sol; solamente se vanagloriaba de sus plumas y riquezas”, “Y dijeron los Progenitores, los Creadores y Formadores, que se llaman Tepeu y Gucumatz”.

Las enumeraciones también abundan: “Y de esta manera se llenaron de alegría, porque habían descubierto una hermosa tierra, llena de deleites, abundante en mazorcas amarillas y mazorcas blancas y abundante también en pataxte y cacao, y en innumerables zapotes, anonas, jocotes, nances, matasanos y miel”.

El más bello de los recursos puede ser tal vez la comparación realizada finalizando la obra: “Entonces el Corazón del cielo les echo un vaho sobre los ojos, los cuales se empañaron como cuando se sopla sobre la luna de un espejo. Sus ojos se velaron y solo pudieron ver lo que estaba cerca, sólo esto era claro para ellos”

* Jefe de redacción del Periódico Discontinuo Digital Latinoamericano "Cross en la mandíbula"

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